En una piscina de agua salada, el clorador salino necesita de una concentración de sal determinada, para realizar el proceso químico de generación de cloro. 

Hay que eliminar la falsa creencia de que la sal solo se añade al agua inicialmente en la puesta en marcha del clorador o cada tres o cuatro años… Hay que tener en cuenta que la concentración de sal de la piscina se va reduciendo a lo largo de la temporada de baño con los lavados del filtro, la evaporación, el agua que sacan los bañistas… el agua que se repone o entra nueva en la piscina llega sin sal, lo que hace que se altere la concentración inicial. 

No hay que estar echando agua continuamente, pero sí conviene ir midiéndola cada cierto tiempo, especialmente si nuestro clorador no lo hace automáticamente. 

Para medir la concentración de sal se necesita:

  • Conocer los metros de la piscina (m3)
  • Un test de salinidad

¿Cómo calculamos los m3 de la piscina?

Para ello, hay que tener en cuenta la superficie (largo y ancho), y la profundidad media. El volumen de la piscina es igual a la superficie (largo x ancho) multiplicada por la profundidad media. 

Concentración de sal de una piscina de agua salada

La concentración de sal en una piscina de este tipo, debe situarse entre 4 y 7 g/l, hay que añadir entre 4 y 7 kilos de sal por cada metro cúbico de agua. 

La mayoría de cloradores del mercado no pueden trabajar por debajo de una concentración de 4 g/l o por encima de 7 g/l. A bajas concentraciones de sal, el clorador no puede generar el cloro necesario para la desinfección del agua y en concentraciones muy altas de sal se corre el riesgo de que las células electrolíticas se estropeen. 

Ejemplos:

Caso 1: Primer aporte de sal, en la puesta en marcha del clorador salino

Si la piscina tiene un total de 52,5 m3, tendremos que añadir un máximo de 315 kg. de sal (52,5 x 6). Teniendo en cuenta que la sal se vende en sacos de 25 kg, tendríamos que añadir aproximadamente unos 12 sacos de sal, aproximadamente.

Caso 2: Puesta en marcha de la piscina en primavera
Si ya tenemos en marcha la piscina de agua salada de otras temporadas, solo tendremos que ajustar la concentración de sal al principio de la temporada de baño. 
 
Para ello medimos la concentración de sal en el agua con un test de salinidad. Solo habrá que aportar la diferencia, lo que falte para empezar el verano con la máxima concentración.